Escuela Bíblica y Ministerial ICN

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Cimientos

Inscripciones-Edificados

Edificados y Reedificadores

La Escuela Bíblica y Ministerial ICN ESBI, nace del corazón de Dios como la estrategia de consolidación de nuestra congregación para formar generaciones que conocen a Dios, basada en las Escrituras:

“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. Mateo 28:18-20

“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor”. Efesios 4:11-16

 Cuando conocemos genuinamente a Dios, se evidencia en vivir en obediencia a sus mandamientos, imitando así el carácter de Cristo:

“Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo”. 1 Juan 2:3-5

Y como resultado, la vida del creyente crecerá en amor hacia Dios y hacia los hermanos:

“En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos”. 1 Juan 5:2-3.

La meta más alta no es simplemente acumular información acerca de Dios y su Palabra, ya que “El conocimiento envanece, pero el amor edifica” (1 Corintios 8:1b), sino en vivir una vida transformada por el poder de Dios y que manifieste a otros la gloria de Dios, “Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder” (1 Corintios 4:20).

Recuerde que estamos puestos en esta tierra para vivir en el propósito de Dios. El Señor bendecirá y recompensará grandemente todos los esfuerzos que sus hijos amados realizan en vivir conforme a su Palabra y es por ello que le invitamos a poner toda diligencia en desarrollar el proceso de formación que inicia en el Curso Cimientos, continúa en los cuatro módulos de Edificados y se completa en el programa para líderes Reedificadores para dar cumplimiento al llamado hecho hace dos milenios desde las Escrituras y que continúa vigente:

“Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra: Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo”. 2 Pedro 1:1-8

Que Dios haga fructificar toda su vida mientras participa semana a semana, con frutos que permanezcan por la eternidad.
Pastores Sebastián Gómez Cifuentes & Tania Lucía Barreto Oliveros
Iglesia Cristiana del Norte de Valledupar
Calle 7E No. 14A-73 Barrio Pontevedra
Valledupar – Cesar
Colombia

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